La digitalización se ha hecho palpable en todos los ámbitos de nuestra vida y cada vez somos más conscientes de cómo se puede emplear para dar solución a problemas frecuentes o mejorar el bienestar de la sociedad.
Con esta premisa parten las diversas iniciativas de implementar nuevas tecnologías en los hospitales y conseguir lo que se conocen como las habitaciones inteligentes, además de abordar otros retos, como:
- mejoras en la gestión hospitalaria,
- una mejor comunicación entre pacientes y el equipo hospitalario o
- crear hospitales más eficientes, tanto a nivel energético, como en la atención al paciente.
Porque, al fin y al cabo, si la conectividad, los nuevos dispositivos tecnológicos o Internet of Things nos ofrecen nuevas experiencias en nuestro ámbito doméstico y de ocio, ¿por qué no trasladar estas ventajas de la digitalización a un hospital?
Si ya estamos viendo los comienzos de las Smart Cities, es hora de abordar la creación de hospitales inteligentes.
Como hemos enumerado, son muchos los objetivos que se pueden conseguir gracias a dar un paso más en la digitalización de los hospitales. Pero una de las prioridades de esta nueva era del sector hospitalario es mejorar la calidad de la asistencia que se ofrece a los pacientes, lo que conlleva conseguir una coordinación de los equipos humanos y tecnológicos más eficiente.
Las habitaciones inteligentes de hospitales persiguen un objetivo primordial para la mejora de la sanidad, que es el seguimiento de los pacientes, lo que permite un mayor margen de respuesta de los médicos ante diagnósticos confusos, fallos en el tratamiento o complicaciones en el estado del paciente. Por no hablar, de la reducción de los tiempos de espera para obtener resultados o agilizar la comunicación entre los implicados.
Para lograr todo esto, la monitorización de los pacientes en tiempo real y atendiendo a diferentes variables es una de las primas cuestiones a optimizar con la digitalización.
Esto se puede logar con diversas implementaciones tecnológicas:
Supone cualificar los elementos de gestión y seguimiento de pacientes que se utilizan actualmente, pero dándoles un mayor enfoque tecnológico, lo que se traduce en herramientas de trabajo más eficaces.
Sensores, códigos identificativos, asistentes virtuales que comuniquen directamente a pacientes con los equipos de enfermería, entre otros, son algunas de las cosas que se pueden lograr.
Es, por ejemplo, el caso de que los enfermeros puedan tener resultados a tiempo real sobre la monitorización de los pacientes, obteniendo datos actuales sobre sus constantes o temperatura, tomados por una máquina inteligente que hace un seguimiento de todo y avisa de algún cambio significativo.
Los pacientes también podrían comunicar cualquier molestia o problema a través de los dispositivos de la habitación, de manera que la capacidad de respuesta se acorte, mejore, y el equipo sanitario ya acuda a la habitación con el material necesario y el médico haya recibido aviso instantáneo de las novedades para tomar una decisión en el mismo momento.
Las pulseras inteligentes se presentan como la novedad de digitalización más efectiva para el seguimiento y atención a los pacientes.
Con este tipo de dispositivos, se podría saber dónde se encuentra un paciente en cada momento, cuando debe someterse a pruebas o una intervención, la evolución de su estado y la carga de los resultados de su estado directamente en un sistema, lo que supone informes e historiales médicos actualizados al momento y más completos.
Esta novedad evitaría muchos posibles errores debidos a una mala gestión o errores humanos, revirtiendo directamente en la calidad de la atención del paciente.
También sería una herramienta digital clave para mejorar la asistencia a enfermos crónicos o de larga duración, que no pasan todo el tiempo ingresados o que en su seguimiento intervienen diversos especialistas médicos.
Es de las tecnologías que más efectividad puede tener en la mejora de los diagnósticos y tratamientos.
Si todas las variables relevantes de un paciente son recogidas, monitorizadas y analizadas a tiempo real, es más fácil obtener patrones que indiquen problemas, efectos secundarios o el grado de éxito de un tratamiento para la mejoría del enfermo.
Los datos son poder y una información de gran valor, lo que permite tomar mejores decisiones y actuar de forma más lógica y fundamentada.
Estas tecnologías pueden cobrar aun mayor relevancia en habitaciones de zonas como las UCI, usando respiradores artificiales, camas inteligentes o funcionalidades de la domótica para avisar de alertas o controlar el ambiente, novedades que ya son una realidad en la nueva UCI del Hospital Vall d’Hebron.
No hay duda que los mayores beneficios se obtienen en la inmediatez y mejor eficacia de los equipos sanitarios, ya que pueden conocer mejor la situación de los pacientes, gracias a un sistema de gestión inteligente y centralizado.
Esta interconexión entre pacientes y médicos también permitirá que la atención sea más personalizada y el paciente se sienta mejor atendido y más arropado.
Y no debemos olvidar que la digitalización de los hospitales también puede ser la mejor solución para gestionar mejor los recursos humanos y energéticos.
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